Ejemplos de la narración
La narración consiste en referir algún hecho o suceso.
Todo hecho, importante o trivial, histórico o imaginativo, antiguo o actual, en que intervengan seres humanos o seres personificados, es susceptible de ser narrado.
Por eso la narración adopta innumerables formas imposibles de clasificar: cuento, relato, leyenda, fábula, parábola, novela, etc.
La narración permite ver en una visión panorámica acontecimientos que abarcan mucho tiempo y distintos lugares. Es especialmente útil para representar en poco espacio una larga o amplia acción, resumir acontecimientos, etcétera.
Es la base principal del arte literario desde los más remotos tiempos, debido a que el ser humano es atraído por lo que se cuenta.
El interés de una narración no radica sólo en el hecho contado, sino también, y acaso más, en la manera de ser relatado.
La estructura de una narración
En toda obra narrativa hay una trama, que es el desarrollo del asunto o de la acción de la obra o, en otras palabras, el conjunto organizado de los hechos que se suceden.
La trama se organiza generalmente en tres partes o momentos sucesivos
• exposición: antecedentes de la acción, presentación de los personajes, descripción del ambiente y época.
• nudo: complicación gradual y paulatina de los hechos narrados, por intermedio de personas o hechos, hasta llegar a una crisis o conflicto (despierta el interés del lector).
• desenlace: resolución final del caso o conflicto (satisface la curiosidad del lector).
Ejemplos de Narración en Primera Persona
Ejemplos de Naracción en Tercera Persona
Requisitos de una buena narración
El arte narrativo depende del talento y la creatividad de cada escritor, por lo que no puede circunscribirse a fórmulas fijas ni reglas académicas.
Sin embargo, algunas normas muy generales son de bastante utilidad:
• la exposición debe ser lo más rápida posible, ir directamente al asunto, no perderse en lo inútil o superfluo, no subir de tono ni prometer demasiado.
el nudo debe desarrollar el asunto en forma ingeniosa y atractiva, sin complicarse hasta el punto de ser confusa, no diluirse en incidentes y peripecias sin relación estricta con el hecho, no caer en el exceso de episodios, no alargar demasiado el relato, y sobre todo, no dar idea de la solución que tendrá dicho relato.
• el desenlace debe ser impredictible, guardar una relación lógica con todo lo anterior, no recurrir a una solución caprichosa y sobre todo, no agregar nada más una vez que se ha expresado el resultado final.
• toda narración debe tener unidad, es decir, no tratar muchos temas simultáneamente.