Ejemplos de la lengua informativa
Funciones del lenguaje. Lengua Informativa (o discursiva).
Cuando se habla o se escribe con la única finalidad de transmitir una información, sin intenciones artísticas, se dice que la lengua empleada es la lengua informativa (o discursiva).
Sucede principalmente en la ciencia, el periodismo y la comunicación. El orden afectivo del autor no aparece en el mensaje. La información puede ser verdadera o falsa, y los razonamientos correctos o incorrectos. Es una prosa clara, sencilla, precisa y sin adornos artísticos.
Sabemos que existen distintas variedades de lengua; entre ellas, las que se adecúan a la intención de los hablantes. Empleamos la función informativa cuando nuestra intención es transmitir información, contenidos, ideas, teorías, sin manifestar nuestras emociones o sentimientos; es decir, objetivamente.
La objetividad se logra cuando en el mensaje hay un claro predominio de la función referencial; importa más qué se dice, que quién lo dice o cómo. El texto puede someterse a la prueba de verdadero o falso. Un mensaje falso podrá ser informativo si cumple con los requisitos de esta variedad de la lengua, pero siempre podremos determinar su veracidad, sin importar su valor estético.
La lengua informativa no tiene pretensiones de belleza; su objetivo no es producir placer, sino conocimiento. Por eso es importante que la redacción sea clara, sencilla y precisa y que comunique los contenidos sin que aparezca la subjetividad del emisor.
En un texto informativo se emplea preferentemente la tercera persona del singular; las oraciones enunciativas, bimembres y de predicado verbal y el orden sintáctico regular (sujeto, verbo, complementos) para conservar la claridad del mensaje y evitar el valor expresivo del hipérbaton.
Respecto del vocabulario, lo más preciso posible, evitar las expresiones ambiguas y las muletillas. Para relacionar entre sí las oraciones, emplear gran variedad de nexos que dan fluidez al texto y lo hacen más comprensible, destacando el valor de la idea.
La lengua informativa se expresa a través de un lenguaje denotativo. La denotación es la correspondencia entre el significado de una palabra y el objeto que designa. Es el lenguaje de los diccionarios; es explícito, evita las ambiguedades o las interpretaciones múltiples.
En esta variedad de lengua, los signos de puntuación y auxiliares de la escritura se emplean en función exclusivamente gramatical; es decir, para indicar las pausas y aclaraciones necesarias para que el mensaje sea claro. La lengua informativa no admite el valor de sugerencia de los puntos suspensivos o el contenido afectivo de los signos de exclamación, por ejemplo.
En relación con las otras variedades de lengua, la función informativa emplea la lengua general, escolarizada y formal. Aunque el grado de formalidad depende del canal utilizado (la lengua oral es menos formal que la escrita).
Es el lenguaje de los ambientes convencionales. Se emplea en informes, resúmenes, circulares, solicitudes, monografías, libros de texto, periodismo y en las relaciones formales.
El orden o plan en la exposición o presentación de los contenidos varían según el tipo de información. Comúnmente la presentación va de lo general a lo particular o viceversa. El primer caso, se inicia cada párrafo con una breve exposición de las principales ideas y se desarrollan luego las secundarias o los pasos del razonamiento. En el segundo caso, se presentan primero las ideas secundarias y/o los pasos del razonamiento y se concluye con las ideas principales que de ellos se desprenden.
Texto de Ejemplo en lengua informativa.
“Al hombre se lo llama el rey de la creación.
Es más débil que un león o un elefante.
Tiene menos olfato que un perro. Ve peor que un lince. Oye peor que un gamo. No tiene la agilidad de un mono ni corre tanto como una liebre.
Sin embargo domina a todos estos animales.
El hombre tiene inteligencia. Con su inteligencia el hombre piensa y puede fabricar utensilios para defenderse o atacar, con otras armas que no sean sus fuerzas.”