Cómo lograr el autoempleo

La experiencia obtenida con los años de trabajo, la fortaleza de un conocimiento siempre actualizado y una actitud polifuncional pueden conducirlo a ser un autoempleado.

Sentirse autosuficiente y haber desarrollado actitudes competitivas son determinantes para el logro de este objetivo.

La factibilidad de ofrecer servicios personales que las empresas actualmente tercerizan, o presentarse como proveedor o consultor han facilitado este tipo de salida laboral.

Quizás este puede ser un camino. Y de aquí en más, los límites de crecimiento son ilimitados. El autoempleo puede derivar en una pequeña empresa o en un emprendimiento familiar. Así, el desempleo puede llegar a significar el disparador que le permite iniciar una nueva actividad. También es posible alcanzar esta independencia desde una temprana decisión.

Los profesionales jóvenes, con una buena preparación y experiencia universitaria, o el desarrollo de una técnica exitosa, otorgan marcos de entusiasmo que permiten, con mayor facilidad, abrirse camino por su propia cuenta y riesgo.

El conocimiento recientemente adquirido en buenas instituciones de estudio les permite presentarse en el mercado con estrategias diferenciales y actualizadas.

Esta dinámica puede abrir muchas puertas. Para ser exitosos en la actividad elegida, se necesita alto grado de independencia y capacidad resolutiva frente a problemas que se presentan cotidianamente.

El éxito de toda actividad independiente se basa en:

– las ganas de competir
– y la férrea voluntad de crecer afrontando diariamente los problemas que se presentan.

Las personas que eligen autoemplearse son capaces de:

– superar las barreras del deseo básico de buscar seguridad y estabilidad desde un empleo.
– alcanzar maestrías personales basadas en la confianza en su persona y la red de relaciones que tejen en su accionar cotidiano.

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